El caso es que Homero nos ha tenido engañados durante siglos. Yo siempre he pensado que Ulises no tenía muchas ganas de volver a Ítaca, ahora gracias a la traducción de unas tablillas encontradas el lunes pasado en una papelera de Egipto podemos saber lo que pasó en realidad.
Ulises, recién llegado a la isla de los Feacios, poco después de quedarse fascinado por la belleza de Nausicaa y mientras le contaba su historia a Alcinoo, pensando ya en terminarla para convencerle de que le acercasen a su isla recibió un mensaje de Penélope.
No se cuenta como conoció Penélope que Ulises estaba en Esqueria, en esta semana han surgido diversas teorías y algún viejo filólogo después de recuperarse del shock que le produjo este descubrimiento se ha atrevido a aventurar que todo lo que le pasó a Ulises en su regreso, lo de las sirenas, lo del cíclope e incluso lo de Circe estuvo urdido por Penélope desde el principio. No sé qué pensar.
El caso es que el manuscrito dice que Ulises recibió un mensaje de Penélope en el que le pedía que no regresase todavía, que se tomase su tiempo. Le contaba que todavía tenía que desliar una madeja que se le había complicado de una cosilla que estaba tejiendo, que por allí había pretendientes pero que se estuviese tranquilo. Le pidió una cosa más sorprendente, le pidió que cuando acabase lo que tenía pendiente y ella le mandase el mensaje, fuese raudo con los Feacios a Ítaca, que acabase a flechazos con los pretendientes si quería, pero que después de todo eso la abrazase y se la llevase de esa Isla, que no quería estar más en esa tierra de cabreros, que estaba cansada de tejer y destejer.
Probablemente Ulises la hizo caso, sabemos de su regreso por Homero, de lo de los pretendientes, y sabemos que Ulises se fue de Ítaca después. Homero dice que con un remo de madera de pino al hombro, yo después de conocer lo que pone en esa tabla estoy seguro de que se fue de esa isla de cabreros a conocer el mundo con Penélope y seguir disfrutando del viaje junto a ella
